La empresa Hewlett Packard, la NASA y la Universidad de California en Santa Cruz se juntaron para crear el instituto Bio-Info-Na-no Research and Development Institute (BIN-RDI) con la finalidad de estar en la vanguardia tecnológica. En el año 2009 comenzará la construcción del instituto con una inversión de $41millones de dólares, previéndose el inicio de sus actividades en el año 2010.
La inversión está centrada en impulsar la denominada investigación de convergencia entre la biotecnología, la nanotecnología y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). El emprendi-miento se fundamenta en el ingreso en un tiempo socioeconómico centrado en una verdadera revolución transfor-macional liderada por la conjunción de las tres disciplinas: Bio-Info-Nano. La empresa requiere de la formación de equipos interdisciplinarios de profesionales altamente calificados en múltiples áreas de la ciencia y la ingeniería.
La incidencia de las tres ramas del conocimiento en la actualidad y su proyección en el futuro productivo llevan un intento de establecer "el triángulo del saber para la producción en este siglo".
Entre las tres ramas tecnológicas existen nexos lógicos para establecer su convergencia y amalgamarlas en un todo.
La complejidad para el tratamiento de la información existente en los más de 25.000 genes del genoma humano, la posibilidad de fabricar computadoras basadas en moléculas de ADN y la necesidad de realizar simulaciones biotecnológicas llevaron al desarrollo de la bioinformática.
La nanoelectrónica, basada en la nanotecnología molecular, promete dar la solución al problema del límite de la microelectrónica integrada en semiconductores de modo de continuar con la disminución de tamaños característicos de los componentes electrónicos y lograr las memorias necesarias en las potentes nanocomputadoras del futuro. El requerimiento de ensamble posicional de los elementos moleculares para tales construcciones implica la necesidad de implementar una tecnología robótica molecular, es decir, de nanorobots con alta precisión a escala molecular.
UNIÓN. Finalmente, el triángulo cierra con la unión de la biotecnología y la nanotecnología para constituir lo que se denomina nanobiotecnología. Ejemplo: millones de pequeñas esferas (nanopartículas) construidas por nanotecnología pueden convertirse en el delivery para transportar dentro de los núcleos celulares material genético y enzimas para reparar los telómeros y revertir biotecnológicamente el envejecimiento celular.
Invertir en este futuro no sólo implica la creación de institutos de investigación y el desarrollo de novedosas Pyme. También implica invertir tiempo y esfuerzo en la capacitación personal. En nuestro país existen opciones a nivel de grado universitario para estudiar biotecnología, informática y/o TIC, pero no existe carrera alguna para atesorar en forma integral el revolucionario saber nanotecnológico. ¿Cuál es la causa?
Invertir en el futuro para el país es no dejar trunco el triángulo del saber para la producción en el siglo XXI, generando los espacios necesarios para el aprendizaje integrado de la nanotecnología.
La incidencia de las tres ramas del conocimiento en la actualidad y su proyección en el futuro productivo llevan un intento de establecer "el triángulo del saber para la producción en este siglo".
Entre las tres ramas tecnológicas existen nexos lógicos para establecer su convergencia y amalgamarlas en un todo.
La complejidad para el tratamiento de la información existente en los más de 25.000 genes del genoma humano, la posibilidad de fabricar computadoras basadas en moléculas de ADN y la necesidad de realizar simulaciones biotecnológicas llevaron al desarrollo de la bioinformática.
La nanoelectrónica, basada en la nanotecnología molecular, promete dar la solución al problema del límite de la microelectrónica integrada en semiconductores de modo de continuar con la disminución de tamaños característicos de los componentes electrónicos y lograr las memorias necesarias en las potentes nanocomputadoras del futuro. El requerimiento de ensamble posicional de los elementos moleculares para tales construcciones implica la necesidad de implementar una tecnología robótica molecular, es decir, de nanorobots con alta precisión a escala molecular.
UNIÓN. Finalmente, el triángulo cierra con la unión de la biotecnología y la nanotecnología para constituir lo que se denomina nanobiotecnología. Ejemplo: millones de pequeñas esferas (nanopartículas) construidas por nanotecnología pueden convertirse en el delivery para transportar dentro de los núcleos celulares material genético y enzimas para reparar los telómeros y revertir biotecnológicamente el envejecimiento celular.
Invertir en este futuro no sólo implica la creación de institutos de investigación y el desarrollo de novedosas Pyme. También implica invertir tiempo y esfuerzo en la capacitación personal. En nuestro país existen opciones a nivel de grado universitario para estudiar biotecnología, informática y/o TIC, pero no existe carrera alguna para atesorar en forma integral el revolucionario saber nanotecnológico. ¿Cuál es la causa?
Invertir en el futuro para el país es no dejar trunco el triángulo del saber para la producción en el siglo XXI, generando los espacios necesarios para el aprendizaje integrado de la nanotecnología.
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