martes, mayo 17, 2016

Qué hace y dónde trabaja un nanotecnólogo.

Comprender el mundo desde lo pequeño y hacer construcciones con átomos y moléculas para dar respuestas a las problemáticas socioeconómicas relacionadas con la salud, el medio ambiente, la energía, los nuevos materiales y la electrónica, constituye lo esencial de la fascinante tarea de los nanotecnólogos.
Los nanotecnólogos somos innovadores  y como tales debemos poseer conocimientos de ciencia, tecnología y gestión. Tenemos una enorme cantidad de tareas para realizar, algunas muy diferentes entre sí. Vamos a analizarlas desde las cuatro etapas del hacer innovador. La primera, indispensable para la profesión, es entender los procesos íntimos de la nanociencia para poder hacer investigación de punta descubriendo y descifrando fenómenos y mecanismos aún no conocidos, generando las bases de futuros usos prácticos de nuestras investigaciones. La investigación es uno de nuestros campos de desempeño. Tal vez el que inicia la mayoría de nuestro accionar y sin el cual no tendría sentido la nanotecnología.
La  segunda consiste en ocuparnos de traducir el resultado de aquellas investigaciones en productos o servicios que signifiquen mejorar y hasta extender la vida de las personas, haciendo píldoras de nanorobots que viajan por el torrente sanguíneo para introducirse en las células del cuerpo y combatir a los virus, reparar alteraciones genéticas y eliminar moléculas nocivas; nanopartículas magnéticas afines a marcadores tumorales para "descubrir" el cáncer mejorando los niveles de detección;  nanoesferas-nanodelivery para llevar medicamentos a distintas partes de nuestros organismo con capacidad de introducir un componente esencial en células específicas; nanorreparación de tejidos y células (ejemplo: cardíacas) utilizando implantes de nanomateriales, etc. Para sanear ambientes contaminados mediante la utilización de nanopartículas limpiadoras de contaminantes del agua y del suelo; de nanofiltros purificadores del agua; de nanosensores ambientales para prevenirnos de la contaminación ambiental y actuar consecuentemente; de nanocatalizadores (ejemplo: pueden convertir el monóxido de carbono en dióxido de carbono), etc. Para disminuir la utilización de combustible fósil a través de nuevos paneles solares de puntos cuánticos de alta eficiencia; de paneles solares nocturnos capaces aprovechar la radiación infrarroja reflejada de noche por las nubes sobre la tierra; de dispositivos lumínicos ecoeficientes; de sistemas de nanofotosíntesis artificial, de autos eléctricos con nanobaterías, etc. Para construir nanodispositivos y nanosistemas electrónicos tales como los nanochips que aumentan la velocidad de procesamiento y permiten construir “cerebros similares” con nodos neurosinápticos; las computadoras de dimensiones diminutas; las pantallas FED (Field Emisión Display) para reemplazar  las de los televisores LED, etc. Podríamos también citar toda una revolución en los nanomateriales, cada vez más resistentes, flexibles y mejores conductores de la electricidad. Nanomateriales utilizables tanto para hacer productos autopimpiantes, chalecos antibalas y baterías como encapsulados en nanopartículas  de productos cosméticos y de nutrientes para el agro. Sin tecnólogos que puedan llevar adelante esa traducción de investigación a productos, la ciencia es apenas un mero ejercicio intelectual sin valor práctico alguno, sólo la satisfacción personal de quien la ejecuta y la acumulación de conocimientos escritos en artículos que no se transforman en las respuestas que la sociedad del siglo XXI necesita.
La tercera etapa del innovador, una vez generados esos productos y servicios, es desarrollar y aplicar sistemas que permitan producirlos eficientemente, de forma reproducible, económicamente rentable, con la calidad y consistencia necesarias para que sean útiles a la gente. ¿Como producir numerosas nanopartículas, nanotubos de carbono, grafeno, nanochips, nanopiel electrónica, nanorobots, nanofiltros, paneles solares,…  nanodispositivos y nanosistemas?
Finalmente la cuarta etapa y la más dificultosa: generar empresas que puedan producir y comercializar esos productos, conseguir las aprobaciones legales y regulatorias necesarias para poder efectivamente llevar los productos al mercado, obtener la protección comercial a través del uso de la propiedad intelectual, venderlos en un ambiente de competencia extrema y de cambios continuos y profundos, generar una línea de sucesión para los productos que conseguimos, en modo de tener una compañía viable en el largo plazo y no una de un negocio solamente, evaluar acertadamente la factibilidad científico-técnica, económica, financiera y comercial de los nuevos desarrollos, incluyendo el riesgo asociado, la generación de las empresas y su operación.
Decíamos: tenemos una enorme cantidad de tareas para realizar, algunas muy diferentes entre si, es cierto, un nanotecnólogo investiga y trabaja con átomos y moléculas de todo tipo: plata, oro, óxidos de hierro, óxido de titanio, óxido de selenio, ADN, ARN, proteínas, virus, bacterias, levaduras, liposomas, gelatina, nanopartículas etc.; realiza dispositivos, sistemas, nanorobots, nanoesferas, nanodeliveris, nanochips, nanoreactores, nanoregeneración de tejidos y células, nanocatalizadores, nanobaterías, formulaciones, diseño de plantas; producción 3D, normas, validaciones, control de calidad, etc.;  gestionar asuntos regulatorios, propiedad intelectual, ventas, estudios de mercado, finanzas, exportación, contratos de todo tipo, dirección de empresas, negocios nacionales e internacionales...
Comprender el mundo desde lo pequeño, reconstruir el mundo desde lo pequeño transformando la naturaleza para hacer factible la vida de 7000 millones de personas en un planeta contaminado y saturado, constituye el gran y fascinante desafío de los nanotecnólogos.

Información complementaria:
nano.edu.ar
Nota: para una explicación adicional sobre "Qué hace y dónde trabaja un nanotecnólogo" solicitar una reunión con el Prof. Dr. Alberto L. D'Andrea, Director de Nanotecnología y Nuevas Tecnologías de la Universidad CAECE: adandrea@caece.edu.ar

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